CUMPLIR 80 AÑOS …
¡ Qué debo decir ¡ Cuando últimamente alguien me para por la calle
o simplemente me encuentra, (lo que ya sucede muchísimo menos que antes),
porque me muevo poco y todo el mundo me
dice que hago sedentarismo,- no “senderismo”-
y resulta que la Medicina dice ahora que reposar es malo y leer y ver
televisión “atonta”, después de que
Hipócrates, hace mucho más de dos mil
años, recomendara que lo mejor es
descansar y reposar en un “dolce far
niente”, un “no hacer nada”, reposar y reposar bajo unos pinos, eh… Pero
prosiguen con insistencia en que me ven calvo, me ven gordo y con muchos años encima.
¿ Qué les digo ?. Pues esto es lo que he
decidido decir, sí. Y así lo escribo para que conste.
Que he vivido ya algo más
de 80 años y en mis primeros 10 años estábamos en plena “guerra civil” de mi país
España y de ella, (tan terrible y tan fratricida entre “rojos marxistas” y “nacionales cristianos”), mis recuerdos
alcanzan solamente a persecución política a toda mi familia, (“por ser todo los
Tur y todos los Ayela de “derechas”…)
y haber tenido hambre, mucha hambre,
(comer hervidas pieles de habas o de naranjas o sacos de bellotas y garrofas…), y hasta ver en prisión a mi querida Madre,
amamantando a mi hermana pequeña tras las rejas, en un local de prisión de
Mujeres que luego fue oficinas de la ONCE y ahora es un Mercadona, (detrás del
Gobierno Civil, entonces La Montañeta de arcilla toda y sin construir…), ya que
fue detenida por una discusión en una cola del Mercado Central en la que
entregaban para comer algo como dos naranjas con una sola barra de pan; que en
1940 y ya terminada la guerra civil, (aun están presentes en mi memoria huidas
nocturnas en familia, todos chiquillos lloriqueando tras mi madre y corriendo
hacia San Vicente, por ejemplo, donde nos acogían en una casa amiga), a fin de
que no nos cayeran bombas cercanas porque se anunciaban aviones con sirenas que
todavía me resuenan en los oídos…). Nació
uno en la avenida de Alfonso el Sabio nº 7, es decir, justo delante de las escaleras
principales del Mercado Central y soportaba sin entenderlos los bombardeos a
que se refiere un sectario libro reciente; digo sectario porque, a los muertos
en aquellas escaleras, deberán sumarse
78 fusilados en las tapias del Cementerio Municipal por pura represalia…
Terminada la Guerra
aquella, abrían escuelas en Alicante y
mi padre, sucesivamente, me alistó de forma contradictoria en la Academia “San Rafael”,
de la Plaza de Calvo Sotelo, a la sazón dirigida por los Maestros Chinchillas
(masones) y el socialista Miguel Signes, con quien tanto intimé años más tarde
aun en elecciones políticas de posiciones contrarias; de seguido me pasó al Colegio
de los Hermanos Maristas instalados en
el local que es hoy el Garaje Gadea, (de un inolvidable amigo y cliente, años
más tarde, su dueño Juan Seva) y, para
más contradicción y revolución personal como criatura que era entonces, a los
17 años, con algún enfrentamiento suave con mis padres, decidí contracorriente
jurídica alicantina, terminado lo que entonces se llamaba Bachillerato y
aprobado en Murcia “a la primera”, -lo que era algo difícil, sí-,
el llamado y temible Examen de Estado, (¡siete años compilados en dos únicas
pruebas de preguntas directas y personales de los Catedráticos por examen oral
y otro escrito!), contradictoriamente digo, actué por mí mismo y tomé la
decisión de irme a estudiar muy lejos de la “terreta” amada: nada menos que hacia la Universidad de Salamanca y con
plaza en el Colegio Viejo o Mayor de San Bartolomé, (aprovechando que mi
querido amigo y compañero Rafael Ruiz de la Cuesta tenia a un tío suyo como
Decano de alguna Facultad allí) y a los cuatro años fuíme a la Universidad
central o Complutense de la Ciudad Universitaria en Madrid, alojándome en
pensiones clásicas de la Capital del Reino siempre con su característico olor a
berza y cocido, entretanto conseguía plaza en aquel Colegio “Santa María del
Campo”, luego llamado “Diego de Covarrubias”. Así, quedé en Madrid casi tres años más y para
utilizar las primeras Escuelas de Práctica Jurídica que se crearon y
ejercía mi Licenciatura y mi estudios de
Derecho en la Escuela y diversas Pasantías, hasta que ya en 1.955 volví
definitivamente a mis padres y tres hermanas, en Alicante y comencé la
Abogacía, ejerciéndola y trabajando algo más de sesenta años imparables,
absolutos, proseguidos, más que intensísimos, con una media laboral de unas 14
horas diarias, sí…. Pues todo eso, incluso rompiendo la tradición alicantina de
no ir a la Escuela Jurídica de don Manuel Pérez Mirete, (ya se le había ido el
disgusto de mi “huida”…), quien fue finalmente mi padrino de Jura de Toga, por
su gran amistad con mi querido padre…
Así se cumplió rigurosamente mi planteamiento personal y conseguí exactamente
para mí lo que quería ser. Lo tenía claro.… Ejercer la Abogacía era lo mío. Me informan en el Colegio de Abogados
que tengo el nº de Colegiado 740 y ahora hay más de 5.000 Abogados inscritos en
la Provincia… Han pasado años y más años.
Casé y formé familia con la
clásica novia de siempre y hasta que tuvimos cinco hijos de la que los dos
varones me desaparecieron muy, pero que muy tristemente, (un varón de 21 años,
hijo hecho y derecho, con coma vegetativo y casi cinco meses en UCI de Alicante
y Clínica Puerta de Hierro en Madrid… sin eficacia médica ninguna porque jamás
despertó con inmensa penalidad y tremenda desgracia…); chocó con automóvil
saliendo de su Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante y incluso en
la familia de ella hubo también tragedias al morir el padre Víctor en su
plenitud y el hijo Víctor, -a quien ya
le había situado uno en Madrid para que siguiera mis pasos en estudios-,
también a sus 21 años falleció, pero mi
esposa y yo, no obstante tantas profundas
tragedias), mantuvimos familia y hasta las hijas lograron título universitario, (dos de ellas, porque
otra a los 13 años, dijo que no
estudiaba más y quedaba así alejada de
la línea que uno deseaba imponer
familiarmente); a las tres hijas pudimos casarlas con plena igualdad, porque se
obtuvo con mi trabajo profesional una fortuna suficiente y hasta algo amplia.
Piensa uno en que la familia que sufre unida, permanece unida, porque ¡cuántos
sollozos, cuantas lágrimas tendrían mi esposa e hijas a solas, en sus momentos
de intimidad, cuanto sufrimiento soportarían en semejantes y reiteradas
penalidades. .!. Dios mío ¡. Y todavía gracias porque de todos ellos
desaparecidos, (como con mis inolvidables y queridos padres José y Soledad),
pude intentar todo para que no se fueran y hasta recoger su último aliento y su
frio final…
¿Que me retiré hace siete años
aproximadamente de tantas cosas porque descubrieron cáncer en el riñón derecho y me lo han
extirpado?. Pero, ¿qué más puede mi familia y la Sociedad querer de mí si he dedicado a ellas toda mi vida?. Pero, ¿aún
y todavía quieren más de mí?. Ni indeclinable creyente en Dios como soy puedo
aceptar tamaña exigencia. Me paro, me detengo… Y si, en definitiva y para no
entrar en más detalles, ya no puedo
hacer esfuerzos físicos… ¡!! qué más me da ¡!!. Tengo ya efectivamente algo más
de los 80 y qué más complacencias y sus
simultáneos disgustos me puede ofrecer
la Vida, (en la que la Perfección no
existe). Ahora es bastante ver que
los hijos se desperdigan y forman hogar aparte y puedes contemplar cómo crecen nietos
maravillosos aunque vivan con otro estilo y aprieten muchísimo teclas y más
teclas de unas maquinitas coreanas,
japonesas o de donde sean, pero siempre electrónicas que uno ya no alcanza
ni a dominar o ni entender siquiera… Maravillosa
descendencia incluso aunque uno ya no es “paterfamiliae”
y no manda en toda la familia propia, me basta y me es suficiente con constatar
que sus esposos son estupendos, me llevo con ellos de forma excepcional,
procuro ser muy afectuoso y obsequioso, pero me cuidaré muy mucho de meterme en
sus hogares…; solo quiero hasta el último momento mostrarles, con virtudes y defectos,
con satisfacciones y hasta con sus problemas y disgustos, cómo es el inicial
hogar mío formado y fortalecido esencialmente por mi esposa, para que se convenzan de lo propio
y acertado que resulta aquello que siempre hubo en el primigenio concepto de que
la principal unidad o célula de la
sociedad desde tiempos inmemoriales, es la Familia: calor, crianza cristiana,
educación y orden, comida sana, cama y ropa para todos sus componentes,
procuré… Por otro lado, fuera ya de lo que es familia, al fin y al cabo, en
grande parte, mis innumerables amigos y clientes, (incontables, de pago o de
ayuda no remunerada profesionalmente), ya han desaparecido o van desapareciendo
y por quienes di lo mejor de mí mismo en miles y miles de pleitos y defensas o
ayudas jurídicas o de cualquier otra clase ante Juzgados y Tribunales, como
digo, o han desaparecido o ya me han olvidado; los negocios que intenté fuera
de la profesión principal ni los pude atender directamente y por ello no dieron
futuro ni lo que se esperaba de ellos, los numerosos Abogados y Procuradores y
empleados que al lado mío prosperaron y
se formaron también casi ya me habrán olvidado. Los libros publicados se agotaron, los artículos de prensa, las
columnas diarias, los pregones populares, el personaje que renací en tantos diarios
y periódicos, seminarios, conferencias, tertulias, espacios radiofónicos…, (el
Tío Cuc), que transcribe la doble ironía de la especial forma de ser
del alicantino, etc. etc., yacen archivados en el rincón bibliotecario
que bien me montaron los jóvenes y fieles Letrados que heredaron el viejo Bufete, con viejos muebles, ¡mi viejo Bufete!, expedientes antiguos,
montón de libros jurídicos acaso ya obsoletos, libracos enormes de letra
pequeñísima con todas las sentencias del Tribunal Supremo o Audiencias
Provinciales y Territoriales o de cualquier Órgano sentenciador o docenas y
decenas de otros libros donde estudiar Doctrina en que apoyar las causas que se
me encargaban, libros pesados de letra para esforzarse sobre ella y poderla
leer y que ahora con un “click” de
ordenador o computadora ya no tienes que buscar y rebuscar hasta encontrar lo
que buscabas a costa de cansar y fatigar tus ojos… Ahora se usan “dividís”…, como dice un familiar
venezolano, sobre los cedés o discos de informática de uso moderno. Todos esos documentos
y mil recuerdos más incontables, (medallas, pergaminos de reconocimientos cualesquiera,
cuadros, memorias numerosísimas y sin cuento), en fin, tantos detalles más quedan
en éste espacio de retirada total y seguramente que a la espera de
determinarse el envío de todo ello al
fuego definitivo, porque obligadamente así lo harán mis hijas y mis nietos,
porque ¿para qué les sirve todo esto si ni siquiera me sirve ya a mí en la
ancianidad?… Y todo ello, (lo escrito), apenas sin recopilar y en carpetas y
archiveros sueltos porque, como toda obra escrita, sobre todo la que está a
través de una columna diaria, muere diariamente. Calculo unos diez años de
columnas de prensa…Sí, el periódico muere cada 24 horas. Es absolutamente
cierto y ya se sabe sobradamente. Las hemerotecas solo son para estudiosos que
son cada vez menos en número y sobre todo más superficiales. Y si algún rescoldo de
amistad y respeto queda por el Foro o por los barrios de la Capital y en la
Provincia alicantina ya no puedo afrontarlo ni mantenerlo vivo. Estoy agotado y
ya no puedo dar más de mí mismo. Además
el exceso de popularidad personal, en saldo final, es molesto al andar por la
calle porque tienes que hacerlo sin libertad de movimientos… Con las glorias, -añado, todo seguido y
a continuación-, se olvidan las buenas
memorias, dice el viejo refrán.
Y, por otro lado, ¿qué me ha dejado la única grande afición
personal, es decir la mar y la pesca?. Apenas doblaba la embarcación la antigua
farola al final de la escollera de Levante y ya estaba el torso desnudo y al
aire libre… Pues ello me ha dejado un curioso montón de verrugas, lunares,
manchas, melanomas benignos y malignos, (estos extirpados quirúrgica y
periódicamente), porque, antes, “antiguamente”,
tomar el Sol era buena cosa y nadie advertía para cremas de protección 30 ó 60 ó
90, o de los rayos UVA o de lo que fuere…, (dicen que entran incluso por
los “ojos de buey” redondos de un camarote del propio barco, eh).
Así que el picor me reconcome por culpa
de tanto navegar y tanto pescar, coñe,
sí, por haber disfrutado tanto de
mi distracción preferida.
Incluso, finalmente, se
puede decir que, la moneda que te devuelve la Sociedad, después de dedicarte
tanto a ella, es La Ingratitud. Que salvaste como Concejal del Ayuntamiento
alicantino el gran pulmón verde de la
Ciudad, es decir la pineda o los pinos del Monte Benacantil, allí querían 21
Concejales y lo aprobaron inicialmente talar, cortar de cuajo, aserrar por sus
bases, 65.000 metros cuadrados de la Pinada, ¡para construir una Residencia de
retirados del Ejército… Lo pude evitar muy solo y aquellos votos fueron en tres
meses más tarde negativos a la
desaparición de semejante pulmón verde… ¿La Ciudad de Alicante me debe algo por
esto, eh?... …Satisfacción porque conseguiste que el Estado entregara la
escritura de propiedad de la fortaleza.
Monte y su castillo de Santa
Bárbara a los alicantinos, satisfacción porque convirtieras la Isla de Tabarca
desde arruinada y sin porvenir como pescadora artesanal a hostelera cambiando para
elevar muchísimo la sociedad tabarquina y prosperándola tanto y tanto como hoy es
buena
hostelera y ves a los nietos de los que te ayudaron allí entonces, en la
Universidad ahora, por ejemplo, o que ya tengan agua corriente, electricidad,
teléfono y hasta depuración de aguas; incluso cerca de 200 escrituras de
propiedad de sus pequeñas casas, porque no tenían más que documentaciones
obsoletas y ninguna accedía al Registro de la Propiedad competente… que
lograras que ya no se construyera más encima de nuestras playas, que se
respetara nuestro litoral; que hicieras,
(con el doctor Zaragoza y poderes
notariales de la UCD de Adolfo Suarez), la Transición política de Dictadura a la
actual Democracia y ahora te la desprecian debatiendo la necesidad de una
Segunda Transición; etc., etc.; y eras un sencillo Concejal algo díscolo entonces
con la rigidez teocrática del General, pero “abriendo desde dentro”, cuando
ello te costaba dinero y mucho riesgo personal con interrogatorios
policiales “sobre lo que hacía”,
sobre todo “por qué presentaba una moción
al Pleno Municipal para que vinieran ya los Partidos Políticos a gobernar…”,
cuando a aquellos Concejales sin sueldo ni corrupción nos prorrogaban y nos
prorrogaban hasta que llegara la Constitución de 1.978 y ya años después se
celebraran elecciones democráticas constituyentes por fin; que detuviste más construcción de Carlos
Pradel en La Albufereta a costa de amenazas marsellesas de matarte... Me sonrío
hoy. Como Edil tuve actuaciones grandiosas en favor de mi querido Alicante: por ejemplo, me oponía a
coger arenas y playa del Postiguet para hacer el Hotel Meliá y hoy hay tres o
cuatro hoteles más al lado y la Dársena principal que siempre la deseé de aguas
limpias y azules, (¡conocí cómo entraban en ella periódicamente delfines …!),
ya es ahora un parquing de barcos y
yates que no navegan y está lista para rellenarla de cemento y hormigón y, enfrente de aquella
nominación que inventamos con el Arquitecto Garcia Solera, en su primer Plan
General de Ordenación Urbana, es decir, “la
fachada marítima” de la Ciudad,
la Explanada y el Parque de Canalejas, en lugar de tenerla respetada ya ni
existe, teniendo enfrente construcciones comerciales e industriales de todo
tipo; sí, tuve mucho éxito, exponía oficialmente que lo razonable para
ampliación de los puertos marítimos era adentrarse en la mar y construir
sucesivas dársenas hacia fuera y resulta que, al revés, se ha tomado todo el litoral contiguo y hacia
las playas de San Gabriel…, haciendo un Puerto extendido y alargado por la costa en lugar de adentrado en
la mar… éxitos enormes dieron éstas preocupaciones urbanísticas, eh… Menos mal,
(ahora caigo), cuando en 1.971 adquirí para mi esposa el chalé contiguo al de
su inolvidable madre y donde ella había nacido, la calle era de tierra y
baches; pues se ha tardado ¡40 años! en encintármela de acera, bordillo,
alcantarillado, imbornales o trapas de desagüe y asfalto. Tardío pero exitoso,
¿no?. Es posible que unos pocos ciudadanos no hayan olvidado tantas mociones urbanas e
incluso que te quieran algunos que queden, sí, pero te olvida la mayoría, te
olvidan y poco se te reconoce socialmente. En realidad. Poco, muy poco te ha reconocido la sociedad
alicantina, pero es igual y ahora lo sé: no se te devuelve casi nada de aquello
que hayas sacrificado por los demás, solo el Olvido y la Ingratitud son las
monedas finales…
Oh!, también puedo decir
que he plantado y cuidado árboles y demás, hasta el máximo cansancio personal
que me hizo vender fincas porque, está claro y es evidente, el campo siempre cuesta dinero; asimismo
puedo dejar escrito que he escrito libros y muchísimo en prensa y en columnas
bisemanales en el clásico ABC, el “verdadero”
que dice el gran Director Ansón, de la familia Luca de Tena, sin dejar de
lado tantas y tantas otras colaboraciones
en las prensas locales. En fin, lo normal porque la población aumenta y se
renueva, pero en muy alta voz puedo exclamar, como antes he dejado escrito, que he cuidado fincas y plantado árboles, que tengo
libros y mil publicaciones escritas y qué he criado hasta la extenuación una prole familiar… El Clásico sostenía que,
con las tres cosas, el hombre ya tenía por cumplida su misión en la Vida. Pues
mi Misión, cumplida está. Las Virtudes
me las premiará Dios y por los fallos pido perdón rigurosamente. Por
consecuencia; dejo hijos, arboles y libros, como diría el exigente Clásico.
Si en la actualidad me dan un
dni. “permanente”, (que debe ser
cosa de no fiarse de muchos años que te queden de vida, digo yo), si me ponen
trabas a darme permiso de conducción por defectos de vista y reflejos, si los
oídos me fallan también, como los ojos, operados de cataratas, las rodillas tratadas
quirúrgicamente sin efectividad porque la artroscopia
es una mentira quirúrgica así de grande y vuelven los dolores articulares y si
camino con bastón, si la molestísima próstata me hace sufrir sin cuento… Es
igual e indiferente que ahora me falten
fuerzas, sí, es igual; cuando no es éste malestar es cualquiera otra enfermedad que amaga; tomo pastillas para
el colesterol, para el merecido –creo- descanso, para la orina, para el riñón
solitario que me queda, para la tensión arterial y ahora espero otra
intervención prostática… Me insisten en que camine, ande, corra… jé. ¡!! Aquí en Vistahermosa donde
hasta el pasear provoca ver solamente vallas de chalés muchos solo habitados en
verano y oír ladridos de perros ¡!!. Ni un bar ni un escaparate que pueda
distraerte en las miradas… Claro, puedo coger el automóvil y bajar a Alicante,
aparcar y pasearme en concurridas calles y llenas de distraídos comercios y
lugares y establecimientos o pasear por
las bonitas y alegres playas que tan a mano tenemos los alicantinos, todavía
saludando a unos y otros que te reconozcan personalmente, -cada vez menos-…
Pero resulta que los semáforos en ámbar pienso que me permiten pasar, que
cuando se ponen en rojo aún me dan tiempo, que por mucha señalización de stop que haya, si miro a un lado y a
otro y no hay tráfico ¡tengo asimismo tiempo a cruzar! y así sucesivamente… ¿Coger el coche,
has dicho, eh?. ¡Qué bien estoy con lo
que llaman el “sedentarismo” y cómo
me distrae la televisión y oír la radio!. Un buen sillón, un buen sofá, una
buena cama…¿Me queda el placer de las comida?. Otra casualidad finalmente: “no comas
tanto, no comas tanto”, se me dice por todas partes. Y, entonces esto, (tan
poco en realidad), que finalmente es lo
que ahora realmente me gusta y me hace disfrutar, también me lo intervienen y
me lo van a quitar... Por todo lo
expuesto y por consecuencia final, sin
dramatismo y sí con una sonrisa simplemente esbozada, de ahora en
adelante pienso contestar, que SÍ :“estoy más gordo porque como
exactamente lo que me gusta”,
“he echado barriga porque no pienso machacarme en gimnasios haciendo ejercicio para evitarla” y
“estoy calvo porque no puedo
recuperar otra vez un pelo rubio precioso que tanto le gustaba a mi santa
esposa en su momento”, que al
fin y al cabo era lo que importaba, ¿no?.
POSTDATAE,
NOTA BUENA O ADDENDA FINAL.- Dejarme
todos ya en paz y rectamente enterradme de forma cristiana.
Por cierto que
preparé para toda mi familia y algún amigo que otro un buen panteón en el
Cementerio Municipal de Nuestra Sra, y co-Alcaldesa la Virgen del Remedio y
ahora resulta que la mayoría no lo desea y quiere incinerarse… Jo. Más
planeamientos errados… Más contradicciones vitales… Siempre acertando, eh.
ALICANTE ; año
2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario