lunes, 24 de marzo de 2014

Y se va a Tabarca...

(Aprovechando; se amplía una respuesta a entrevista del periodista Martin Sanz, en el diario ABC)


Y se va a Tabarca…
La primera sorpresa en aquel año 1.970 fue que no había luz porque un concejal se había llevado el motor a su finca de Villena para sacar agua. Localizado por la Policía Local, se levantó acta notarial y se la entregamos al Fiscal Jefe de la Audiencia, pero como éste pasó a ser Alcalde pues archivaron la causa. A la Isla enseguida mandé a los empleados municipales para que colocaran farolas y cableado y motores que dieran electricidad e iluminación. Llevé toda clase de material antiguo y retirado, en Talleres municipales; principalmente planchas metálicas para hacer otros chiringuitos de metal en la playa central, ya que los que existían eran paupérrimos y de madera, insalubres y muy precarios; sólo Casa Gloria estaba construida y era de sólida obra; que recuerde estaban también Amparín y Teresina pero de madera y muy pobres, además sin propiedad ninguna y sin más titulo que una concesión para los meses de temporada veraniega. Me llevé a la Isla también pupitres almacenados por obsoletos para la modesta Escuela allí existente en la calle Virgen del Carmen, (vivían entonces unos quince chiquillos nada más, porque la población abandonaba la Isla con facilidad y, en total, no superaba las 200 personas); la modesta escuela era solamente primaria y se situó en una casita propiedad del último arráez o capitán de la Almadraba, ésta ya años atrás en ruinas y sin producción ninguna. Siempre he estado muy unido a la isla, el recuerdo primero y más fuerte es fotografiar a todos los tabarquinos entonces, morenos, de negro enlutados ellos y ellas, hoscos, con algo de una endogamia que podía producir efectos genéticos desafortunados, (aquellos “tontos de pueblo” entrañables que no olvido, no, aunque ya desaparecidos, Felipe y Pepe); disparaba uno la cámara de fotografías colocándoles frente a las paredes tan blancas y recién encaladas, con maquinas adquiridas de Ferretería Farrell, que se usaron para un blanqueamiento general del que se encargaba un guardia municipal inolvidable llamado familiarmente Pepín de San Blas, José Miguel García Esteve; aquellas fotografías personales y otra mucha documentación se la entregué a un tal Berasaluce que me dijo que eran para un museo de etnografía y demás, pero ya nadie las ha vuelto a ver; en el actual Museo de la Playa Central hay un video, sí, pero en el que cuidadosamente, (¡faltaría más!), se hacen desaparecer más de cuarenta años del enorme e increíble cambio isleño que comenzó entonces y cuyo relato deseo concisamente realizar ahora. Porque ésta es la especialidad de la Izquierda política en cuanto llega al poder: borrar todo lo que el Centro o la Derecha haya hecho antes de ella en el gobierno. Decidí sobre Tabarca y sus tabarquinos “gobernarlos”,es un decir, en forma asamblearia y siempre reunidos todos, acordábamos mejoras y más mejoras para ir dejando atrás aquellos tiempos sombríos… Acabamos con amistades profundas creo yo que todavía perduran en el tiempo y cumplíamos lo que se acordaba por mayoría, sí. Los nuevos chiringuitos metálicos empezaron a funcionar bien y resultaba con ellos como el comienzo económico en los isleños, con su gastronomía tan interesante y peculiar. Empezó a entrar dinero con el turismo y lo más importante, aparte de agua, electricidad, teléfono público (mérito del edil Don Evaristo Manero) y limpieza urbana, es que pude y les fui haciendo escrituras de propiedad de sus casas, todos agradecidos; guardo sus imborrables e inútiles “títulos”de propiedad en los que ellos creían: recibos manuales de Párroco, oficios irregulares del Regimiento de San Fernando, manuscritos de Alcalde Pedáneo… inútiles documentos privados que no tenían ninguna posibilidad de acceso al Registro de la Propiedad, natural y legalmente... Pasaron los años y, la misma noche que ganó elecciones legislativas el PSOE, “algunos”socialistas destruyeron una verja que me habían dedicado los isleños en la Plaza de Carloforte, adonde habíamos construido unos jardinillos y llevado unas palmeras; Carloforte es la población principal de la sarda Isola de San Pietro, allá en el Sur de la Cerdeña italiana; uno había encontrado una corta población de descendientes de aquellos cautivos genoveses que los piratas berberiscos esclavizaban para llevarlos a la Tabarka tunecina, (aquí habría que recordar el artículo de prensa del ilustrado don Joaquín Santo Matas; diario INFORMACION y fecha 19/02/2.003) y conseguí al fin hacer un hermanamiento muy emocionante, en gran viaje de reencuentro a través de los siglos; me sorprendía hallar semejanzas completas entre ellos y hasta, en su puerto, veía cómo remendaban sus redes y artes de pesca absolutamente iguales: trasmallos, mallas simples…, con las mismas agujas, tipo de hilo y forma de enhebrar. Claro, el PSOE del socialismo ha colocado en tal Plaza una placa conmemorativa de un segundo Hermanamiento que hizo entre las dos islas, pero ha tapado y silenciado el autentico, el primero; siempre es así; aserraron también un palomar, hicieron desaparecer unas parejas de palomas intencionadas que habíamos llevado allí… ¡una pena, porque, como en El Quijote, algún palomino que otro caía en los pucheros tabarquinos, eh…!. Todo aquello de hierro y soldaduras que me habían dedicado, lo destruyeron. Qué cosas, siempre hay enemigos inesperados y allí, en una Isla que cambié por completo, de arruinada a próspera… Pero no tomé ninguna represalia: aunque sin ser ya Concejal seguía con los tabarquinos trabajando y trabajando gratuitamente para su conversión total, su cambio total; a mí los homenajes personales no me entusiasman e incluso me molestan y nada me creo de medallas de “mérito civil” , (que se intentó con mi oposición rotunda y corté la iniciativa), cuando se cumple simplemente con el deber personal y político; si la Isla tuviera que hacer algo en este sentido…; aquella isla sin almadraba ya y en ruina de pesca artesanal la convertí al cabo de algunos años más en isla hostelera y próspera; a los tres chiringuitos de madera, ya metálicos, les añadí seis más y se formó encima de la arena de la Playa que denominé Central un arco de nueve merenderos bastante presentables y higiénicos y, para la restauración a los visitantes, no estaban mal, sobre todo para comenzar una economía sustentada en ese cocinar arroz tan formidable que se tiene en la Isla… ¡ la restauración y la hostelería, cambio radical en el destino general isleño ¡. Estaba muy decidido oficialmente a la transformación radical y total y entregar a los tabarquinos un distinto futuro. Les organicé socialmente con una Asociación de Empresarios de Hostelería, (AETT), una Asociación de Vecinos, una Asociación de Amas de Casa, etc., publicamos Boletines anuales, los tabarquinos de mediana edad y los más jóvenes comenzaron a acudir a Escuelas de Hostelería, a cursos de cocina, de manipulación de alimentos, incluso entraron en Ferias y Exposiciones, instalando “stands” para más promocionar su turismo y gastronomía y hospedajes. Todo cambió con aquellos restaurantes metálicos playeros o“chiringuitos”, aunque después vino otra interesante historia con una Ley de Costas hoy derogada por otra nueva en el presente año 2.013 y es que aquella prohibía los chiringuitos sobre la arena, (hoy se autorizan legalmente); tal doloroso derribo lo hizo un Jefe de Costas llamado Patón, sujeto acusado finalmente por delitos fiscales y ya desaparecido; naturalmente que, al arrancar los antiguos chiringuitos de madera, la playa quedó en lamentable estado de suelo y arena, llena de ruinas y escombros así que, como uno tenía buena maquinaria agrícola en una finca en Jijona, la transporté y la embarqué rumbo a la Isla y quien me cuidaba la finca, (que no había salido jamás de Jijona ni de la Sierra de La Carrasqueta y sólo sabía de tierras de olivos, pinos y almendros… llegó en meses al final de sus trabajos a decirme ladinamente “Don Juan, ¿la Isla se mueve, eh”; y caíamos en risas); estuvo alisando tal Playa Central y otros trabajos, dado el lamentables estado de las edificaciones en la Isla, muchas en estado de destrucción total y había que adecentarlas como fuere… porque la temporada de verano y el turismo se venía encima. En una vieja barcaza arrumbada en varaderos de la tierra peninsular de enfrente de la Isla, Vatasa, atoamos rumbo a la Isla, en un día de calma segura; pero el enorme riesgo del transporte no puedo olvidarlo, no; aquel remolque fue una aventura de decisión y de riesgo porque ni aseguramos el transporte; de alguna forma el periodista don Enrique Entrena y el fotógrafo don Ángel García del diario INFORMACIÓN se enteraron de la revolucionaria entrada, (por primera vez en la historia tabarquina), de maquinaria pesada y allí se presentaron; guardo fotografías importantes que tuvieron la amabilidad de entregarme; algunas las acompaño al final de estas letras.
Durante tantas obras nuevas de acondicionamiento primario, tres años largos estuvo la Isla sin entradas económicas y sin ofrecer hostelería, hasta poder pactar con el Alcalde Luna un duro y exigente (y feo pero tan positivo…) Proyecto Municipal para construir nueve restaurantes nuevos, los actuales, arriba de la misma Playa y con un centro que el Ayuntamiento por tal Concurso nos obligaba también a construirle para local de Policía, Museo y otras dependencias; es decir, que el Ayuntamiento no pagaba ni un céntimo; debíamos ser los tabarquinos quienes pagáramos la gran obra municipal que transformaba todo el centro del istmo isleño, en estos tiempos en que siempre se solicitan bonificaciones, subvenciones, ayudas, comisiones, etc., etc.; ¡hasta los impuestos de Obra Nueva nos fueron cobrados!...pero era muy necesario cambiar la configuración del centro no poblado de la Isla ya que sin estas transcendentales obras mayores no podríamos conseguir el futuro hostelero que se deseaba; el Proyecto formaba un arco de 5 restaurantes a la izquierda o babor de lo que se insinuaba como posterior Playa y 4 otros restaurantes conjuntados a la derecha o estribor y en alto, llegando al Portón de entrada al recinto amurallado; de forma general se formaba una especie de arco; me ayudaban Abogados jóvenes que trabajaban en mi Bufete profesional, como Sáez Zambrana o el crevillentino Manuel Polo; dejé en la Isla muchas carpetas y archivos de documentos y aún guardo en mi casa muchísima documentación que habría que repasar, porque aquella negociación con el Ayuntamiento fue tenaz, dura y muy cara: el nuevo Proyecto de los nueve nuevos restaurantes en parcelas municipales de arriba, en la propia Playa Central, (que siendo Concejal las habíamos adquirido al Ministerio del Ejército como terreno), toda la obra se presupuestó en iníciales 100 millones de pesetas de entonces, impensable cantidad para soportarla la Isla, evidentemente… Pero mi insistencia no se frenaba y tenía que conseguir arriba ese nuevo arco de nueve restaurantes a semejanza de los anteriores metálicos de la arena de abajo… Mil y una gestiones se produjeron y al fin se obtuvieron nueve escrituras de propiedad de nueve restaurantes nuevos, sí. Fue la unidad isleña la que consiguió, (¡aquellos tabarquinos arriesgados, confiados en mí y muy valientes!), para que el Ayuntamiento nos otorgara ganar el Concurso Municipal en cuestión…¡. Al Pleno quería el Alcalde llevar la Propuesta sin votos negativos…; así que hasta al Partido Comunista tuve que pedir su apoyo y nos lo dio… Los nuevos restaurantes de obra nueva se sortearon entre nosotros una mañana casi histórica en el Pósito y funcionan estupendamente desde entonces, consolidándose así el cambio social y económico de la Isla en forma definitiva y contundente. Algún día se contará esta historia que acabó con pleitos a la Constructora Ortíz, a la que hubo de desalojar algo violentamente de la Isla porque, en caso contrario, todavía estaría ahora, al cabo de los años, deseando cobrar obras complementarias, suplementarias y presupuestos adicionales y cuantas cosas más… Se llevó tres años facturando hasta que salió de allí, aunque más bien fue expulsado y hubo diligencias penales y pleitos civiles sin cuento, (tantos ríos de tinta se gastan en estos últimos años respecto de esa Constructora que acapara y domina la Ciudad y su Ayuntamiento); expulsarlo fue duro y pueden consultarse varios legajos archivados en mi viejo bufete, especialmente, en contra de la forma de realización de toda la obra nueva del Proyecto, que había redactado quien a la sazón era Presidente del Ilustre Colegio de Arquitectos alicantino, -y era malísimo-, así se tuvo que llamar para ayuda al Arquitecto Cervero Barbolla quien detectó infinidad de fallos y malos cumplimientos de ejecución de obras, que nos hizo ganar el litigio con su competente informe técnico.



En fin, lo importante también era que la Isla ya ingresaba economía y su población se abría en todos los sentidos; lo curioso además es que lo hacía en dirección hacia Santa Pola, aunque sigue siendo componente electoral del Barrio Centro de Alicante y está dentro de su municipio, pero no es lo mismo proveerse de harina navegando un par de veces desde el puertecillo hasta Alicante (14 millas náuticas) para traerse sacos de harina y amasar, con aquellos brazos poderosos, su pan, (me decían: aguantaba fresco y tierno la larga ruta a vela y remo hacia Argel para la temporada de pescado azul, caballa mayormente; así pude comprobar que Pepe Chacopino usaba un horno del tiempo de “los romanos”, en referencia más segura a “ladrillos refractarios” de horno que usaban aquellos… que conocí y disfruté, pero que no empiecen los estudiosos a considerar si llegaron estos latinos a asentarse en la Isla, porque no hay constancia segura, no. Pudieron escribirla geográficamente pero nunca la habitaron. Hasta el propio Correo de Vicente Baeza con su hermoso llaut María de los Dolores” dejó el rumbo hacia Alicante y ya iba y venía por la Santa Pola hermana (4 millas náuticas) … (Los tipos de embarcaciones en la Isla son cuatro; llaut, falucho, busa y bote con algún desperdigado chinchorro que otro y se construían al lado mismo de las imponentes bóvedas que corren bajo las murallas que llevan a la Iglesia; muy desconocidas pero impresionantes…).

Los primeros dineros, pues, que entraron en la Isla con tanto restaurante nuevo hicieron, sin embargo, que, si bien unas primeras viviendas de tabarquinos, se adquirieran en Alicante, pero enseguida pasaron a comprarse pisos en la hermana Santa Pola, que ha acogido a los tabarquinos como atentamente pudieren hacerlo personas tan hospitalarias y muy abiertas que son, hasta el punto que están ambas poblaciones por completo integradas entre sí de forma, cree uno, ya indisoluble. No obstante, surgieron graves problemas judiciales que hubo que ir resolviendo uno a uno, porque las nuevas viviendas de Santa Pola aparecieron después de cada compraventa como hipotecadas, pero finalmente fueron limpiadas, sí. Hoy muchos isleños ya viven más cerca de las hermosas playas y puerto santapoleros. Pleitos numerosos y siempre ganados por vía civil o penal de estafa.
De todo ello hoy estoy muy orgulloso porque, fíjese y tómese nota de ello, nietos de aquellos tabarquinos entonces endogámicos y cerrados dentro de la propia Isla, modernizados a tope ahora, quedaron abiertos con nacimientos, bautizos, primeras comuniones y matrimonios ya con descendencia peninsular, estudian en la Universidad lucentina nuestra o de San Vicente, es igual cómo nombrarla. Menudo cambio se produjo en Tabarca…



Me ha sorprendido últimamente que, sobre la Isla de Tabarca, los restos marxistas que queden después del largo gobierno PSOE en la Diputación Provincial, en grande parte éste resto de pseudointelectuales que crearon la alicantina que llamé con éxito popular ”cultureta del bacallá”, (¡esa tan exclusiva que solo es la creativa de ellos la buena, la única, la omnipresente: “la cultura que proviniere de la derecha no vale para nada”), se ha “colocado” en la Universidad de Alicante Capital o mejor precisado de San Vicente del Raspeig, “lucentina” quería denominarla para siempre el doctor en Letras Vicente Ramos tan apreciado por mí y tanto otro alicantino; el traslado de ese grupo se produjo para seguir aplicando su típico comunismo de interpretación materialista de la historia haciendo de ella versión parcial y sectaria, escribe y publica un ejemplar de su revista CANELOBRE dedicado íntegramente a nuestra Isla; seguro que han podido engañar a Blanco Casanova, de quien se me asegura que no es de semejante y mala ideología; pero tener a su lado a Pérez Burgos, Emilio Soler, Giménez López, Marius Beviá, A. Ramos, Vicente Ferris, etc., es de una inocencia atroz; así publican un número intitulado“Tabarca: Utopia y realidad”, (copiando con descaro el titulo de la obra del gran escritor actual de Trieste, Claudio Magris, en su libro “Utopía y Desencanto”); ahí nuestra Revista diputacional, que no es de ellos sino que pertenece a todos los alicantinos y así la presupuestamos y mantenemos; hace ominoso y lamentable omisión total de casi cuarenta años de profundo cambio isleño, tan drástico e importantísimo… Incluiré en éste blog el esclarecedor articulo de Fernando Garcia de Cortazar de fecha 27 Febrero 2.014… Parece mentira que la estupenda publicación contenga tantas imprecisiones y errores y, sobre todo, que haga laguna total del formidable empeño y esfuerzo para cambiar de los tabarquinos, que haga total olvido en realzar los muy transcendentales cambios sociales y económicos que se produjeron en esos casi difíciles años de sacrificios hasta llegar a su actual prosperidad y organización social. Desaparecida la pesca incluso la artesanal prácticamente, derruida ya la almadraba, con solamente un futuro ruinoso, se luchó para conseguir hoy dedicación plena y próspera a la hostelería. (Cierta ocasión dedicamos a calcular, algo preocupados, el número de visitantes, -que no deseamos destacar- pero nos salió otro dato también interesante: cada año se consumen en sus numerosos restaurantes más de 20.000 kilos de arroz valenciano; no está mal). La explicación de semejante prosperidad isleña les aseguro que viene de su cocinar especial de la gramínea albuferenca o del marjal de Pego… Es increíble lo que los tabarquinos hacen con el punto del grano de arroz… Sobre toda consideración, convertir durante años aquello que era simplemente varamiento de barcazas de La Almadraba y que ni tenía visos de convertirse en otra cosa que más ruinas, (intento meter en éste blog una imponente e impresionante fotografía del desmantelamiento, convertir todo este terreno en lo que años más tarde denominé Playa Central y ahora puédase contemplar como Playa con su sombrajos, sombrillas, toldos con colorido, hamacas, aparatos de juegos acuáticos, rodeado de restaurantes, etc., etc., es algo que aún me asombra y de tal manera que, en mis últimas ocasiones de viaje a la Isla, voy al último de los cinco restaurante en arco allí existentes, (Amparín), tomo un sillón y, al lado de la pequeñísima hornacina de la Virgen del Carmen que allí existe encima del mar, (antes de llegar a la Galera), como me encuentro lleno de la felicidad con la vista bellísima y de gratitud a la población tabarquina… Eso es en verdad cambiar social y económicamente una Isla, mereciendo aptitud de estudio muy respetuoso. Sincero y real…
Y a destacar que todo ello se consiguió sin la más mínima subvención oficial ni ayuda de dinero público. Préstamos ICO y personales, de la entonces CAM, algún afianzamiento o aval que otro, se consiguieron y se pagaron para al fin liquidarlos y devolverlos puntualmente. Estimaríamos que semejante y gravísima laguna sobre el factor humano en la Isla no haya sido en tal Revista un olvido intencionado y hasta posiblemente malicioso. Nos organizamos en grupo de isleños que más adelante nominaremos para que quede constancia de su esfuerzo y de su mérito. La revista CANELOBRE y la actual Diputación y su Instituto de Estudios Alicantinos, IDEA, creación de aquel maestro del periodismo don Julio Aparicio, (fundó la Escuela de Periodismo en Madrid), por consecuencia, peca de gravísima omisión y es profundamente injusta; en lugar de tantos y meritorios trabajos científicos, (aunque muchos de ellos con imprecisiones y, sobre todo, divagaciones que no vienen a cuento y, además, son reproducción ampliada de trabajos muy anteriores a la actualidad); especialmente cabe destacar que se copia muchísimo del importante libro de González Arpide publicado el año 2.002, que intituló “Los tabarquinos”, en simetría con otro del mismo título publicado por los isleños de la hermana Carloforte; es curiosa la coincidencia; su Biblioteca italiana en el Ayuntamiento carlofortino es muy interesante y debiere estudiarse su excelente organización y contenido histórico); aquí,CANELOBRE engaña mucho ahora e indebidamente, sí, en mucho de su contenido, especialmente obviando con absoluta injusticia el enorme esfuerzo social y económico de la Isla y de sus isleños. Habrían de haber estudiado sus colaboradores libros que tratan, no de aspectos historiados y transcriptos en ella con más o menos errores, sino haberse ocupado del sacrificio personal de los isleños; por ejemplo, no quedarse desde el Libro de Matricula de los esclavos liberados por el rey napolitano hasta “Tabarquini” y otros que conseguí en librerías de Cagliari; las dos Islas tienen mucha bibliografía o, al menos, haber considerado el capitulo V de ”Tabarca” de mi libro “Memorias de Concejal”, (1.990), pero no, para nada se ha tomado en consideración eso que se denomina el elemento humano”…Y es que, entretanto, no se vuelva por el Instituto a su denominación inicial de IDEA, es decir "Instituto de Estudios Alicantinos",  y se siga llamando oficialmente “Instituto Gil Albert”, se está cometiendo profundo error e injusticia; este poeta melifluo y personalmente delicada flor, al morir, estimaba tanto a “su” Alcoy y a “su” Alicante que todo su legado, obra, colecciones y bibliotecas fuéron se para… Valencia y allí lo tienen… y “su” Instituto aquí vacío de sus obras poéticas y detalles personales… y, por cierto, (curiosidad) enterrado está en el Cementerio Municipal del Cap i Casal al lado del panteón de la grande prima donna operística Lucrecia Bori… ¡Algún día lograremos que el Instituto coja, (si no es suficiente que se denomine como Instituto de Estudios Alicantinos y necesitare algún nombre de personaje preclaro, lograríamos un nombre más adecuado de otro alicantino mucho más ilustre y evidentemente distinto al de ahora, tan indebido e ingrato; evidente y fuerte ingratitud del flojito y debilísimo poeta ese. ( Por mejor ejemplo de denominación: no existe personaje más importante hasta el momento en la Historia alicantina que el de Jorge Juan, sí, noveldense o de Monforte de Cid; no debatamos ahora…). Entre tanto, está claro, la Diputación Provincial tiene dentro, aun hoy, un grupo marxista rencoroso y manipulador, siempre amantísimo del dinero público. De nuestros presupuestos económicos, a base de sueldos, dietas, ayudas, subvenciones…; componentes que no han demostrado antes ninguna aptitud en empresas, negocio, profesión ni menores emprendimientos tan siquiera…; no puede explicarse la salida de un Director esplendido e ilustrado, como Joaquín Santo Matas, (cuando se produjo la desgracia personal y sexual de Adrian Espí), por puro capricho del ahora arrinconado o expulsado político Ripoll, al negarse Santo a algún deseo impropio y se designa como nuevo Director del IDEA a otro intelectual del grupo en cuestión. Habrá la Presidencia Diputacional de limpiar este maquis presuntamente literario y de sectarismo marxista que inconcebiblemente se mantiene dentro de ella y con nuestro dinero, el de todos los alicantinos. Ignoramos porqué se retrasa ésta catarsis puntual que necesita el Instituto Provincial; si no la hace, sucederán “cosas”y se publicarán obras presuntamente literarias como producidos contrariamente a la verdad histórica y se manipularán los hechos para un no deseado descrédito de la Diputación; se repetirá lo que sucede en el número de CANELOBRE que nos ocupa.



Volvamos a la Isla. Nada se menciona de lo más importante; la conexión de le Isla con la tierra peninsular, mérito de los dueños de las canoas “tabarqueras” desde Santa Pola, así como de las “Kon-Tiki” capitalinas, a las que se incorporaron después los puertos marítimos de Torrevieja y Benidorm; nada se cita sobre cómo se reconstruyó doblemente la derruida Casa del Gobernador, (por dos veces y por culpa de un abandono y una imperdonable desidia temporal del Ayuntamiento de Alicante que, así, tuvo que reconstruirla ¡dos veces!). Y como los mencionados agrupamientos de los isleños la convirtieron y hicieron funcionar como primer hotel de la Isla por más de a lo largo de casi veinte años y así se convirtió como en centro cultural, (hoy Hotel Boutique), porque se celebraron exposiciones de pintura, concursos de fotografías, se ofrecieron conferencias, conciertos, etc. etc.; no se menciona en el estudio del Campo y su granja, que montó el cura don Jerónimo Manzanaro, que cuando ya estaba arruinada y abandonada cayeron miles de metros cuadrados, que habían sido fructíferos y hasta feraces, en manos de una sociedad inmobiliaria murciana y los mismo tabarquinos conseguimos que aquella zona se declarara en un Plan Especial de Urbanismo de la Isla como “zona verde” y así se cortó y se impidió la especulación constructiva de adosados que se pretendían allí y no dentro del recinto amurallado; uno nunca ha sido partidario de un Plan Especial para la Isla y siempre he mantenido que con unas Normas Urbanísticas era suficiente para respetar el trazo de aquel Ingeniero Méndez a quien el Rey Carlos III o el Conde de Aranda encargó murallas y encuadradas calles; nos gustó, desde el principio de estudiarlo, el trazo urbano del pueblo amurallado y esa obsesión por lo lineal que se tuvo entonces y se ha procurado mantener; al menos empecé a dar licencias de obras para reconstruir las casas tan abandonadas y muchas ruinosas, cuidando que ninguna construcción supere las dos alturas… Pero habrá que explicar que las obras Reales que se ordenaron no fueron terminadas ni acabadas nunca, así con ésta verdad nos evitaríamos que un arqueólogo municipal apellidado Rosser, pasara el tiempo cavando frente al Portón de Entrada, una gran fosa porque buscaba un “revellín”, espacios defensivos que se construían ante las murallas; eso sí, hospedado gratuitamente en nuestro Hotel entonces y sin tomar en consideración que nos retrasaba meses y meses el Concurso Municipal para los nueve restaurantes y su Centro Oficial que negociábamos con el Ayuntamiento, casi tres años en que, a la Isla, no entraba ni una peseta… Decimos los alicantinos: “la veritat, que sure”, es decir, que la verdad por delante, que flote, que se vea… Pues en éste punto tal retraso “arqueológico” supuso muchísimo daño.



Estos prestigiosos escritores que componen el defectuoso “CANELOBRE” ahora editado, alguno llega a escribir que los tabarquinos hablan catalán, arreglado a su aire con un dialectal alicantino y uno se carcajea porque se entrega a la consideración de la raíz “oc” occitana, degenerando el habla latina de las Galias francesas hasta el lemosín de la “Crónica Histórica o Llibre del Fets””, del Rey aragonés que, desde situar sus ejércitos en los altos de Morella, conquistó el Reino Valencia y el de las Islas Baleares y quedó instituido el idioma valenciano, que llegó a tener incluso su Siglo de Oro literario; claro que con los detalles “pancatalanistas” que resisten todavía en gran parte dentro de la Universidad de Alicante y están parcialmente patentes en CANELOBRE, así no debe resultarnos raro que se quiera Incluir Tabarca como parte de la brutal entelequia o sueño imposible tal que los Paísos Catalans…); autores de algunos artículos y estudios de la Revista en cuestión criticando construcciones urbanas dentro del recinto amurallado o no; ¿olvidan intencionada o maliciosamente algo muy especial como que el prestigioso “Financial Times”, publicó una defensa urbanística y turística extrema de Tabarca, afirmando con más realidad y nobleza que nuestra revista CANELOBRE que “salvaba a la isla de sus criticas respecto de la más que abusiva edificación en la costa del Mediterráneo”. Fotocopio y acompaño.



Respecto de la Reserva Marina, idea mía como Concejal-Delegado en el año 1.972, se la adjudican a otro socialista como un tal Alfonso Ramos, que se subvencionó un Instituto de Ecología Litoral (o algo parecido en su denominación), hoy casi obsoleto, pero se lo instaló en El Campello y no en la Isla que fuere lo propio al caso, nombrando descubridor al norteamericano Mr. Gay Loskot, buen amigo que se llevó mi proyecto a la prestigiosa revista internacional National Geografic Society en la que nos admitieron como socios de honor a su instancia, cuando en realidad el mérito es de Pascual Ramírez Parodi, quien enseñó a bucear en puntos como la ”cueva de los meros” y en la “cueva de las cigarras”, allá por La Llosa, en cuyas incursiones alguna vez acompañé sin poder descender tanto y muchas veces acompañado de don Antonio Sainz Rebollo, (quien nos había obsequiado con un grupo electrógeno, porque un primer motor aviejado que hallamos en las varaderos de Vatasa no podía cumplir bien su mecánica por torsión en su eje). El norteamericano falleció, (con mi sentimiento), hace años pero Sainz y Pascual viven y pueden ser constatados ahora mismo. Y no crean que en la Isla cayó bien la Reserva en cuestión, porque, por claro ejemplo, el Pósito o Cofradía de Pescadores tenía, cuando uno llegó a la Isla en 1.970 al menos diez embarcaciones y un resto de la antigua almadraba, incluido la última traiña pesquero de cerco y de arrastre, la “Sagrada Familia”, (su armador o propietario era Ramón Chacopino), pero actualmente solo tiene inscritas dos artesanales (año 2.013). Además, los primeros guardapescas se enfrentaron con la población y hubo denuncias cruzadas ante la Guardia Civil y Juzgados; todavía guardo citaciones e identificaciones de los sumarios y diligencias penales o criminales … Por cierto que la Torre de San José se usó para un buen retén de la Benemérita y los favores que nos hacía con su emisora de radio, hasta la llegada del teléfono, nunca serán olvidados; allí se alojaban los guardias civiles en condiciones precarias pero jamás protestaban; al contrario, en las interesantes y pequeñas dependencias interiores de la Torre Vigía (o prisión o atalaya, porque su destino no está rotundamente calificado y la formación de sus ventanales hacen dudar a qué quería destinarse, por lo que habría que someter a mejor estudio su origen o motivación de nacimiento que lo que se descrine en la Revista), tan antigua como las construcciones del recinto amurallado. La Reserva se balizó de acuerdo con la Comandancia de Marina en la Capital y la Autoridad Portuaria de Santa Pola y, en línea larga de sus límites Sur y Este, cuando por imposición acaso acertada de la Unión Europea se subvencionaban las bajas de los barcos de madera, se hundieron voluntariamente bastantes de ellos para evitar arrastres dentro de su perímetro, pero como los pescadores apuramos siempre y mucho las líneas, pues no es el primero cualquier codaste o tajamar que se ice, (en cuanto son las partes de embarcación más fuertes y duras…)… El fallo de las Reservas Marinas es que no contemplan la necesidad de abrirlas a la pesca artesanal al menos un corto periodo, por ejemplo, cada cinco años, porque se sobrepasa y se excede en su fauna y allí las especies depredadoras se reproducen en tal aumento que comienzan a hacer daño y a ser peligrosas incluso para los bañistas y visitantes de la Playa Central, (la fauna se autoalimenta en mucho parte de sí misma), por lo que actualmente hay un notorio exceso… Sin embargo, un resto de la extinta almadraba o pequeña copia, es decir, lo que llamamos “la moruna”, (¡cuántas satisfacciones de pescador he disfrutado con ella!), aunque se ha calado hasta hace bien poco, no ofrece mucha lechola o peces limón, no… Es raro que no se haya escrito más sobre ella, sobre todo las previas operaciones tan importantes a su anual calamento o instalación en la mar, porque antes de fondear sus numerosas salas y laberintos, se procede al proceso, (calurosísimo e imposible de soportar), del “tinte”de las redes que se hacía en los pequeños arsenalesatarazanas mínimas existentes como restos bajo las murallas al viento gregal o cartagenero, allí donde aprovechamos el espacio de enfrente para procurar un helipuerto que atendiere urgencias médicas, por gracias de nuestra Diputación Provincial…
Les acompaño algunos documentos y, con tanto fallo como los que refleja la revista CANELOBRE, demuestran clamorosamente como Tabarca tiene también tiene su historia humana muy reciente y que se ha obviado por tanto estudioso y respecto de sus habitantes, porque como queda evidenciado, tendenciosamente y con extraordinaria injusticia, se ha hecho omisión muy maligna y culposa sobre el enorme esfuerzo de las tabarquinos que han conseguido organizar su prosperidad social y económica por su propio sacrificio y habría que haberlo destacado, en tan sensacional publicación, porque por ellos mismos salieron de una ruinosa situación social por falta de pesca a una hostelería afortunada, consiguiéndolo por sí mismos y sin ayudas ni subvenciones ni dinero público ninguno, con alguna excepción como la del Organismo Ports de la Generalitat Valenciana que nos hizo obras, aun menores e incompletas, pero muy necesarias, tanto en el muelle para sombraje y resguardo de visitantes o turistas del fuerte sol en su dique de Levante y, además, ha hecho, renovándola con singular acierto, por el excelente emparejamiento de sus grandes piedras, una escollera formidable de la que hay que estar pendiente porque la agresión del viento Levante es muy grave y pertinaz allí, aunque sigue siendo muy necesario el dragado del puertecillo y reforzar el brazo mínimo que dicen “romano” de enfrente, tan estropeado, que resguarda de los vientos terrales; no hubo en los años que relato muy sucintamente ninguna ayuda oficial. Es innoble no haber reconocido estos méritos en ninguno de tan numerosos estudios y tanto artículo con tantas imprecisiones publicados. Así que, parte del intitulado “Tabarca: Utopia y REALIDAD”es falso. Tal realidad actual no aparece, no. La decepción en la Isla ha sido enorme y el disgusto inacabable…



He aquí el Listado de los tabarquinos que se asociaron para cambiar la vida misma isleña:-Tomás Parodi Ruso, Rafael Chacopino Ibañez llamado por apodo “el MIlá”,Tomás Baeza Antón, Salvador Díaz Fernández y sus hijos de las Kontiki de la Capital, José Chacopino Ruso y su esposa Teresina, Amparo Merchante Mercader y su esposo Juan Santacreu, Ana Chacopino Ruso (su hermana) y su esposo Juan Chacopino Ibañez, Antonio Perez Manzanaro, Carmen Ruso Ruso y su esposo Manuel más conocido por“Ramos”, Gloria Ruso Alabí, (tan fiel y decisiva conmigo), Rafael Agulló Alonso de Santa Pola con su apodo de “Patinaje”,Mercedes González González (tan eficaz), Francisco Antonio Chacopino Luchoro, María Ruso Ruso y Cayetano García Ruso (ahora Alcalde) con Antonio Pérez Vegara, (brazos derechos en todas las innumerables iniciativas y vicisitudes. Los nombro con mi eterna gratitud). JUAN CARLOS TUR AYELA.

4 comentarios:

  1. Don Juan toda mi gratitud desde aquí publicamente , por toda su ayuda ,apoyo colaboración ,enseñanzas y cariño con que se volcó y nos trató como a unos verdaderos hijos a todos sin excepción ;

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  2. desde un despacho que desinteresadamente y sin animo de lucro cedió , lo afirmo porque nosotros teníamos las llaves , hasta un equipo de abogados jóvenes , impresoras , folios , teléfono , gratuito y durante 24 h , siempre bajo sus sabios consejos, de letrado experto ;

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  3. se lo digo es usted mi padre Don Juan , un padre alicantino que se volcó por sus hijos tabarquinos y creo que para los demás también .Como usted muy bien dice fue un cambio radical para nuestra querida Tabarca ahí está , con sus gentes nobles y trabajadoras que vieron como sus casas y familias tenían nuevas expectativas de supervivencia

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  4. ; me siento orgullosa de haber estado a su lado tantos años ,de lucha , esfuerzo , trabajando con ahínco y recibiendo ,tantas y tantas lecciones "valga la redundancia" y tan humanas . Un beso y un abrazo muy fuerte Don Juan gracias ,gracias , gracias ...........

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